martes, 2 de marzo de 2010

DE LOS SUEÑOS...

STOP, y quedé parado en la esquina, un tráiler arrolla a una anciana y el cuerpo de esta se eleva tres metros, la sangre cae del cielo, sus brazos vuelan, su cuerpo va como ave recién salida de la jaula humana, amor-gravitación. El cuerpo se impacta contra el asfalto y la lluvia comienza a caer. Así fue el último sueño que tuve, desperté un poco asustado, y pensé en la década de mi vida, y aquí estoy, de un hilo, vivo, todo bien.Nunca hubiera logrado viajar sin sus palabras de aliento, de impulso, como un gramo de cocaína saliendo de un cuento bukowskiano. Y ahora se ha vuelto sombra en el tiempo, desviviéndose en destiempo del tiempo, donde las palabras se vuelven ocio para los amantes extraviados. Y nos extraviamos tanto tiempo, cuando nos encontramos estallamos: "Jodete" me dijo ella cuando supo que perdía el tiempo conmigo, y termine asesinando. Mi muerte no fue más que un alivio para el amor. Y recuerdo el tráiler, se encontraba parado junto frente a mi departamento, descargaban algunos colchones para que se lavaran, la anciana trabajaba en la empresa para lavar ropa. Yo salí a la calle por unos cigarros, por el periódico y por el sol que había salido alegre. Justo cuando iba de regreso al departamento vi salir a la anciana de la empresa, el tráiler ya había avanzado sobre la calle. La anciana simplemente no caminó rápido, el chofer simplemente acelero y todo pasó. Desperté con un dolor de cabeza y con el aroma a café, me dispuse a leer algunas hojas sueltas en las que había escrito la noche anterior.Su nombre hay que ocultarlo, ¿para qué? Simplemente no quiero escribirlo y después leerlo, es bastante ya su rostro en mis pensamientos. Justo así la recuerdo, bella, hermosa, una mujer que siempre ha luchado por haber quedado olvidada durante siglos. Después de haber asesinado los recuerdo ella decidió viajar por el mundo y yo simplemente quedé soñando de nuevo, como siempre, viviendo en el sueño y borrado del recuerdo. Siempre había pensado en que existirían poemas para ella, y los hay, existen, ocultos, una libreta, lapiceros, fotografías, en los rincones de mi habitación y la tuya un nuevo amor. Murió la anciana, el recuerdo se hiso viejo y murió, he muerto, siempre lo estaré... a lo lejos veo una enorme estrella, un nuevo universo y nuevos sueños.