domingo, 3 de enero de 2010

Un cacho de sueños-recuerdo-sueño

UN CACHO DE SUEÑOS-RECUERDO-SUEÑO
A Ijanod.


Y TODO lo que creía renacido vuela a lugares alejados de mis ojos, de mis manos. Hay grandes recuerdos cuando te veo a los ojos, llantos, sonrisas, falsedades, de todo. Y nuevamente, tú y yo, un péndulo que se encuentra sobre la tierra de nuestros abuelos, de todos aquellos que nos han derribado los sueños, ¿y los dioses que nos separaron? De eso depende mi sobriedad, y mi ebriedad de todo aquello que imagino cuando te miro, te veo, y me destruyes con tu silencio. Y mírate mujer, solitaria, vagabunda de esa vida que no terminaras de descubrir y al final, quisiera ser yo de nuevo, ave fénix volando sobre tu casa, sobre tu vientre. Estar en tus sueños una vez mas, en ti, amándote como en aquellos tiempos, y quemar todo lo que te hice, fumigar los pasos del pasado, desactivar bombas de recuerdos que han transfigurado mi vida y que logran en mí volver a amar, amarte. Saber que ya no estoy más en tu vida me mata, saber que uno se convierte en humo y se pierde en alguna parte del cielo, atravesado por los rayos del sol, ¿y quién nos ha robado la luna? Nuestra luna que en algún noviembre nos encontró, la luna que en diciembre nos unió, y probamos el néctar de la angustia por tenernos y necesitarnos, verbo que olvidé, acción que encontré en la locura, justo cuando tus labios lentamente formaban la palabra adiós, y fue el final de mis alegrías, de mis ilusiones, de los besos y exageraciones, el final de mi cuerpo perdiéndose en el infinito de la soledad, y siempre mis pensamientos huían de la realidad, de la luz, quise asesinar a la luna, a los dioses nefastos que han destruido la humanidad. Y ahora te veo dormir con amores baratos, solitarios, incongruentes e inexactos, no hay felicidad, y las nubes se van convirtiendo cada vez más grises, huracanes, rayos y aquellos danzantes del amor y la lujuria han desaparecido, Adonis perdido en el sexo de Venus, y Venus perdida en el universo de la locura. Te veo dormir, y te recuerdo nuevamente, entera, sensual, con ese cuerpo que me vuelve loco, con esos labios que han volado, ¿y tu corazón? Se me ha ido, te has llevado el mío contigo lejos muy lejos, compartamos los corazones con alas de ángeles, compartamos nuestras almas en el olvido, en el extrañarnos cada día... amaneciendo y viéndote dormir.
A Ijanod.

1 comentario:

Jim dijo...

Me da gusto leer de nuevo algo tuyo.