Mi corazón se aceleró al verte
En la hamaca recostada sobre el pecho
De tu nuevo amor, ¿¡amor!?
Inevitablemente mi mirada se dirigió
Hacia tus nalgas, he olvidado el cuello
Y las caderas de mar.
Ya lo dice el aforismo:
“Con frecuencia la sensualidad crece más rápido
Que el amor, y es por eso que su raíz
Resulta débil y fácil de arrancar”.
Y es por eso que me reciclo,
Sin llegar a la perversión de Eros,
Frente al espejo lo entenderás
Mujer deseada, la más amada.
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