lunes, 29 de marzo de 2010

UNA MALA INTRODUCCIÓN

Mi corazón se aceleró al verte

En la hamaca recostada sobre el pecho

De tu nuevo amor, ¿¡amor!?

Inevitablemente mi mirada se dirigió

Hacia tus nalgas, he olvidado el cuello

Y las caderas de mar.

Ya lo dice el aforismo:

“Con frecuencia la sensualidad crece más rápido

Que el amor, y es por eso que su raíz

Resulta débil y fácil de arrancar”.

Y es por eso que me reciclo,

Sin llegar a la perversión de Eros,

Frente al espejo lo entenderás

Mujer deseada, la más amada.

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